lunes, 10 de septiembre de 2007

"Amor bio-lento"

Al entrar en aquel bar de la mano de mi esposo un par de ojos se posaron sobre mí. Una extraña sensación me estremeció por completo, una mezcla entre frío y calor intenso me inundó, desde el bajo vientre hasta el pescuezo. Como un acto reflejo, solté la mano de mi acompañante, sobre todo cuando vi aquella deliciosa boca que venia detrás de esos ojos hambrientos. Nos sentamos a la mesa en compañía de nuestros amigos, a beber a destajo, como es habitual. Pero había algo que no me dejaba disfrutar de la liviana conversación y el alcohol como en otras ocasiones: era esa exquisita presencia, en la mesa de enfrente, que en ese momento me desnudaba con los ojos. ¡Que situación tan incómoda! Creo que en ocasiones había fantaseado con relaciones y encuentros furtivos, pero en la realidad la situación se volvía cada vez más difícil de sobrellevar. Mi esposo, sentado a dos sillas de distancia de mí, hablaba animadamente entre copa y copa, sin siquiera imaginar el deseo que me inundaba en ese momento, y no precisamente por él.
Continuaron las miradas, cada vez mas atrevidas, y a las miradas se unieron los gestos… de simple coqueteo paso a transformarse en tensión sexual, en un vendaval de calentura y humedad. De pronto, su candente presencia y dedos hipnotizantes me indicaron el camino hacia el baño. Mi corazón se acelero, el aire abandono mi pecho y… de pronto… ¡un sobresalto! La mano de mi esposo sobre la mía. No la vi venir. “¿Qué pasa mi amor?” “¡Nada! Voy al baño”…
No puedo describir de manera fidedigna lo que ocurrió en ese water de mala muerte. Besos húmedos, piel con piel, sudor, gemidos, todo resumido en un desesperado e improvisado encuentro. De pronto, la súbita imagen de mi esposo viene a mi cabeza. Siento miedo y remordimientos, pero al mismo tiempo no me arrepiento de estar aquí. Tras un último beso, salimos del baño las dos, ella y yo, sin despertar sospechas de nadie, ni siquiera de mi esposo, quien me recibe con una gran sonrisa. “¿Todo bien mi amor?” “Si, todo bien”.