martes, 24 de junio de 2008

¿Dónde están?


¿Dónde van los calcetines perdidos? ¿Tienen conciencia de su desaparición o continuan, en una especie de mundo ficticio y paralelo al real? ¿Existe un limbo, un cielo o un infierno de los calcetines?

Me niego a pensar que su existencia es en vano o tan vacía que de pronto, sin más ni más, desaparezcan, desvaneciendose como por arte de magia del universo doméstico (o de la galaxia del cajón, o bien, del sistema del canasto de la ropa sucia)

¿Se manifestarán de manera incorporea ante sus pares? por otro lado, ¿se acaba la vida útil de un calcetín al irse para siempre su par? ¿Acaso su único destino es convertirse en títere, en pseudo esponja de baño, o bien terminar sus días confinado a un oscuro cajón o bolsa con un gran rótulo que diga: "Calcetines huachos" (o guachos, como sea)... ¡Qué pena! ¡que triste final para un ser que dedicó su vida a estar a los pies (o en los pies) de la humanidad!... "Calcetín Huacho" (o guacho), duro y triste epitafio.