lunes, 26 de noviembre de 2007

La cuota solidaria anual (parte I)


Todos los años (o casi todos) por ahí por Noviembre se comienza a oir cada vez con mas fuerza frases como "con todo el corazón" o "juntos llegaremos a la meta" o tambien "para que nuestros niños puedan ponerse de pie". ¡Extraño ambiente el que comienza a respirarse! la gente , por lo general indiferente ante la miseria y la desventura ajena, comienza a prepararse para dar esa muestra de solidaridad "sin límites" (al mismo tiempo que se ponen de acuerdo con familiares y amigos para el respectivo asao, o tomatera...) que significa cooperar con la Teletón, colegios, empresas, distintas agrupaciones e instituciones comienzan a engalanar sus respectivos tarritos viejos de leche o café (dependiendo de cuán bondadoso sea cada uno) con simbología relativa a esta noble causa para cuando llegue el esperado día, en que gente común, artistas, farandulilla y demáses den el vamos para ponerse las mejores pilchas e ir a depositar al banco. Muy bonito, muy colorido, mucha pancarta, mucha emoción, mucho grito de don Francis, mucho llanto del Solabarrieta, pero ¿qué es lo que impide a este conglomerado de almas el practicar esta pseudo- solidaridad el resto del año? Si bien es innegable el papel que esta institución cumple en las vidas de cientos de niños que se encuentran privados de llevar una vida normal, no nos olvidemos que Teletón no es la única institución necesitada en nuestro pais, hay cientos de instituciones más, como las Aldeas S.O.S, María Ayuda, entre otras cuyos nombres no son reconocidos por la masa pero que sin duda necesitan del aporte de todos nosotros. Ancianos abandonados en hogares de mala muerte, niños sin padre que se cuelgan del cogote de quien visita el hogar al que han sido destinados, hombres y mujeres durmiendo en albergues infestados de pulgas y garrapatas, con la tripa vacía, llena solamente de algún copete de dudosa procedencia, jóvenes (demasiado jóvenes!) haciendo malabares en cada semáforo, ante la indiferencia de los "solidarios contribuyentes teletonéscos", gente como tu o yó, que se perdió en algún lugar del camino y ahora deambula por las calles, hurgando en la basura, vendiéndose por unos pocos pesos o por pasta, o simplemente, esperando que alguien ponga punto final a toda una vida de desventura y sufrimiento... No quiero con esto, y lo reitero, desmerecer la labor de una institución que efectivamente alivia la pesada carga de la rehabilitación para miles de familias, sólo quiero, quizás, sembrar en la mente de quien se de la paja de leer este "pseudo- manifiesto" alguna semilla de intranquilidad ante esta situación, impregnar con el olorcillo de la incomodidad a quien se siente en paz con la humanidad por el hecho de haber donado unas cuantas lucas el 1 y 2 de Diciembre. Comencemos de una vez por todas a sepultar la indiferencia, comencemos a saludar al vecino, a dar una moneda en la esquina, a dar la mano a quien lo necesita, sin esperar el favor a cambio y sin que necesariamente haya una cámara o algún medio pa' que capte el momento. Paremos de una vez de sentirnos tan tranquilos con nosotros mismos. El mundo está enfermo, Chile está enfermo... levantémonos de una vez del cómodo sillón y tratemos de aliviarlo, antes de que esta enfermedad entre en su fase terminal.

1 comentario:

La Gran Arcada dijo...

Estoy demasiado de acuerdo con tu apreciación, además tengo más que claro que los enormes conglomerados q llenan las calles y los mercados de publicidad con la teletón aportan una fracción miserable de todo lo que ganan gracias a ella. En fin, es preferible eso antes q nada, dirán quienes se ven directamente beneficiados, pero con esa actitud sólo nos hundimos más y más.
la única vez q quise aportar a la teletón lo hice indirectamente y más encima lo hice mal, con unos amigos decidimos comprar un montón de cervezas, pero a mi me gusta la Escudo, cuando llegué a casa me di cuenta de mi estúpido error, pero tenía demasiada sed como para ir a cambiarlas.

saludos
Casimiro Boamorte