miércoles, 11 de marzo de 2015

The Mars Volta: De- Loused in the Comatorium.

Locura: cualquier comportamiento que rechace o se aleje de las normas sociales establecidas. Apartarse del sendero, de la razón, de lo normal o socialmente correcto, de lo aséptico, seguro, insípido… Trato de realizar un pseudo análisis mental, mientras yazco en mi cama, arropada hasta la nariz, con no sé cuantos grados de fiebre, que por cierto, también ayuda a perder por momentos la razón.
¿Cómo se puede estar tan seguro de que lo que vivimos, de que lo que nos rodea es efectivamente lo real?¿ Existe una realidad objetiva, o hay tantas realidades como personas en el mundo? ¿Es Dios parte de nuestros inquietantes sueños o bien somos nosotros el resultado de su febril mundo onírico? Es inevitable sentir, de vez en cuando, que quizás es en sueños cuando realmente estamos despiertos, y viceversa.
Es probable que en algún milisegundo de su lisérgica y dolorosa existencia Cerpin Taxt haya elucubrado reflexiones similares a esta. Cerpin Taxt, el personaje central del disco de The Mars Volta “De- Loused in the Comatorium”, quien tras un intento de suicido por una sobredosis de morfina queda sumido en un coma profundo de una semana. Durante este trance, Cerpin es visitado por un sinfín de desquiciadas imágenes y revelaciones acerca de la humanidad y de su propia existencia. Cuando por fin salió del coma, fue incapaz de soportar lo que llamamos realidad, y decide acelerar la llegada de su muerte, saltando desde un puente hacia una carretera, desde donde se lanza al vacío, en busca de sentido y por sobre todo, paz.
Aunque quizás algunos lo quisieran así, Cerpin Taxt no es un personaje completamente de ficción: está basado íntegramente en un amigo cercano de Cedric Zavala (vocalista de Mars Volta), el artista Julio Venegas, quien murió en circunstancias aterradoramente similares al protagonista el este disco conceptual.
Si tuviera que escoger un tema de este disco para recomendarles, la verdad es que me vería en serios aprietos, ya que todos forman parte de una esquizofrénica, desenfrenada y visceral obra conceptual. Comenzando con Son et Lumiere, canción que con su atmosfera abre los portales de la percepción, y nos prepara también para ver lo que está vetado para ojos normales, pasando por el desenfreno de Drunkship of Lanterns o por la lúgubre y desgarradora Televators, que narra cómo se desploma y destroza contra el suelo la frágil coraza humana del Sr. Taxt.
Es un disco, y en general The Mars Volta lo es, que se ama o se odia. Sus frenéticas composiciones, letras en muchas ocasiones incomprensibles vomitadas por la voz privilegiada y a veces odiosa de Cedric Zavala, las escalas rompe sesos de Omar López Rodríguez, tambores con tintes tribales… Un Led Zeppelin moderno, esquizofrénico, bizarro, corrupto y visceral, que puede perfectamente hacer que pierdas la razón, aunque sea por un rato.
 Yo por mi parte, aprovecharé mi vulnerabilidad debida al estado febril y me dejaré llevar por esta sinfonía lisérgica, para iniciar mi propio viaje, quizás, en la búsqueda de mis propios fantasmas.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Ta mare que buen disco.....que buena banda......que buen blog shoraaaa
Bueno y las chelas??? Cuandoooo?????
Ahi te ves!!!!

ceniputacienta dijo...

Achíllate po!! Y nos emborrachamos escuchando Mars Volta hasta vomitar.
Abrazos choricuaco!!